La invasión a Ucrania iniciada por Rusia es un conflicto que tiene importantes repercusiones estructurales en la geopolítica y en la economía mundial y condiciona a las relaciones internacionales en todos los ámbitos, además de que afectará al crecimiento, consideró Carlos Torres, presidente de BBVA.
Durante su participación en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA en México, explicó que “estamos ante un nuevo orden previsiblemente, un orden en el que primará la autonomía en cuestiones estratégicas como la energía, como los alimentos, las materias primas, la tecnología, la defensa, los datos. Vamos hacia un mundo más fragmentado, un mundo bien distinto al de la globalización creciente de las últimas décadas”.
En el corto plazo, consideró los efectos inmediatos sobre la economía global están siendo ya muy relevantes, ya que veníamos de un entorno de clara recuperación económica con un fuerte crecimiento de la actividad, el año pasado.
“También en los primeros meses de este año, en los que hemos visto una importante recuperación de los indicadores de consumo y de inversión alcanzando, incluso, niveles prepandemia en todos los países en los que estamos presentes, pero la invasión altera esta senda. Aumenta de manera significativa la incertidumbre sobre la evolución de las economías”.
“Y con esto, la guerra está teniendo ya un importante efecto negativo sobre la inflación, afectando también a la confianza de los agentes, generando mucha incertidumbre y afectando con todo al crecimiento, a las previsiones de crecimiento económico”.
De hecho, dijo se han llevado a revisiones a la baja en las expectativas de crecimiento por parte de BBVA Research, en los distintos países en los que tienen presencia; en general estiman 2.5 por ciento para este 2022 y 2023.
Aunque la magnitud final del impacto dependerá de muchos factores; como son la respuesta que tengan las autoridades, las políticas monetaria, fiscal, comercial, regulatoria.
En el caso de México, el ajuste de las estimaciones para el año 2022 “es también significativo, en el año 2023 se espera alcanzar un crecimiento del 2.0 por ciento, y previsiblemente se acelerará esta cifra al entorno del 3.0 por ciento en años sucesivos, beneficiándose el país del crecimiento económico en Estados Unidos, también de una mayor inversión gracias al nuevo tratado con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, y también a la relocalización de las cadenas de suministro, el famoso nearshoring, del cual México debe ser uno de los países más beneficiados del mundo”.
Fuente: ElFinanciero