La nueva ola de COVID-19 que afecta desde hace algunas semanas a China ha provocado que el gobierno envíe nuevamente a cuarentena entre marzo y abril a millones de habitantes, lo que impacta a las actividades logísticas a nivel internacional, de acuerdo con Michele Lira, gerente de operaciones de cargo-partner México.
La especialista indicó a T21 que existe alerta por posibles retrasos en la fabricación de materias primas y componentes, así como cambios en sus fechas de entrega y embarque; además de congestión en puertos, cambios en roles de carga e incremento en los tiempos de tránsito de los servicios de las navieras.
Abundó que existen posibles afectaciones en bancos derivado del trabajo en casa dictado por el gobierno chino, causando retraso en pagos y aplicaciones de crédito en origen; afectación por la escasez de mano de obra en terminales, con transportistas y fábricas; incremento en los costos del transporte en origen que posiblemente también se refleje en los fletes marítimos; y congestión en puertos de destino, donde si bien no es de manera inmediata, una vez que pase el cuello de botella en origen, el efecto dominó se extenderá.
“Con la experiencia que hemos recabado estos 2 últimos años, el siguiente paso para los logísticos será agilizar la comunicación, compartir con claridad con clientes y proveedores la situación para encontrar la mejor opción de acuerdo con las necesidades, pero siempre es bueno recordar algunas recomendaciones clásicas como notificarle al área de planeación y clientes finales sobre el impacto que se puede tener en los tiempos de tránsito”, enfatizó Michele Lira.
La especialista precisó que el brote que se comenzó a intensificar en Hong Kong aqueja ahora también a Shenzhen, un centro tecnológico donde se encuentran “miles de startups y empresas de alta tecnología como Lenovo, Huawei o Tencent”; pero, además, un puerto base importante, que por la crisis sanitaria en Hong Kong tomó mayor relevancia e incrementó la carga de exportación de las últimas 6 semanas, por lo que se esperan retrasos, congestión en el puerto y reducción de operación en terminales y transportistas para las siguientes semanas.
Si bien la cuarentena en Shenzhen termina este 20 de marzo, en Hong Kong se extiende al 24 de abril, por lo que el gobierno de Shenzhen monitorea la frontera e implementa políticas más estrictas para la transportación, así que se puede esperar capacidad limitada para el cruce de mercancías y un impacto aún más fuerte en el marítimo del sureste asiático a este puerto.
“Es probable que en siguientes días el gobierno chino implemente medidas más restrictivas para puertos como Ningbo y Shanghái, este último ya presenta algunas complicaciones en la parte de los servicios terrestres, por ejemplo, carreteras principales que conectan a Jiangsu se encuentran prácticamente cerradas, a la par dificulta cumplir la regla de la prueba negativa porque los transportistas tienen que esperar para entrar o salir del puerto de Shanghái más de las 48 horas que marca la política”, sostuvo.
Respecto del transporte terrestre, Michele Lira agregó que se empieza a ver el impacto debido a que varios depósitos o patios de contenedores se encuentran cerrados; y en algunas provincias las fábricas necesitan tener un permiso que les permita seguir funcionando para poder recibir recolecciones. Además, dijo, el gobierno de cada provincia está dictando sus políticas de prevención de contagios y para el movimiento de carga, por ejemplo, transportistas de Shenzhen o Dongguan no tienen permitido entrar a los lugares cercanos.
“La mayor parte de la población ha regresado al trabajo en casa, solo podrán salir para actividades esenciales, así que esperamos retraso en las operaciones y tiempos de respuesta de nuestros colegas en origen, navieras, coloaders, aerolíneas, proveedores, etc. Al momento, puertos como Qingdao, Yantian, Shekou, Xiamen, Dalian, Shanghái, Da Chan Bay, Tianjin se encuentran trabajando con normalidad”, resaltó.
Por ahora, Michele Lira recomendó revisar los “safety stock” y un mayor acercamiento con proveedores alternos en otros países para no dejar de recibir carga; además de buscar opciones alternas en conjunto con el proveedor logísticos para evitar mayores afectaciones.
Fuentes: T21