La congestión en los puertos clave de Shenzhen y Hong Kong en China debido a los bloqueos inducidos por la ola de la variante Ómicron ha aumentado al nivel más alto en cinco meses, lo que anticipa posibles retrasos en los bienes destinados a EE.UU., durante este verano septentrional. De acuerdo con información de Bloomberg, 174 naves permanecían ancladas o cargando en los hubs del sur de China, el mayor número desde el 21 de octubre, cuando la región lidió con las secuelas del tifón Kompasu.
Se han observado congestiones y tiempos de espera más prolongados en las terminales de contenedores de Yantian y Shekou en el puerto Shenzhen a partir del martes 22 de marzo, aseguró CMA CGM en un aviso a sus clientes. El aumento resultante en el número de buques en espera y la expectativa de que el transporte por carretera tardará más en recuperarse ha llevado a Maersk a omitir algunas recaladas. Freightos Baltic Index habla de informes que señalan cierta reducción en la productividad portuaria debido a impactos laborales, disponibilidad de camiones y una caída en las exportaciones disponibles debido al cierre de fábricas.
Estos retrasos responden a la imposición, por parte de autoridades chinas, de los controles más estrictos de COVID-19 desde el brote inicial hace dos años. Cabe recordar que Shenzhen es también un importante hub de fabricación tecnológica que recién esta semana salió de un bloqueo aplicado desde el 14 de marzo que implicó el cierre de las industrias y que obligó a los camioneros a realizar pruebas en forma masiva para detectar la posible presencia del virus.
Ryan Closser, director de FourKites, un proveedor de información de la cadena de suministro indicó que "Shenzhen es el segundo puerto más activo después de Shanghái, por lo que esperamos ver un cambio de volumen significativo hacia otros puertos dentro de China", dijo. En este último puerto, la cola de buques también ha crecido, pero hasta ahora se han logrado evitar los cierres, aunque las restricciones aún se encuentran en evolución y ya han complicado el transporte por carretera. Los contagios en Shanghái siguen aumentando, lo que genera preocupación de que las medidas para combatir el virus puedan afectar el transporte de bienes desde el puerto más grande del mundo.
Los retrasos en la ruta Transpacífico se han desplazado en gran medida a Asia, con China atendiendo un 14% más de buques que el promedio de abril de 2021.
Impacto en las tarifas
El año pasado, el cierre de Yantian hizo que las tarifas oceánicas aumentaran un 20%. Pero hasta ahora, los retrasos y la congestión adicionales que podrían hacer subir las tarifas, o al menos evitar que bajen, no han sido lo suficientemente graves como para hacerlo.
Según Freightos Baltic Index, las tarifas en la ruta Transpacífico cayeron levemente esta semana a US$15.908/FEU a la USWC, pero están dentro del rango de los US$15.000/FEU en el que han estado desde el cierre de la temporada alta en noviembre.
Si bien la caída temporal en la oferta disponible de exportaciones podría explicar este leve debilitamiento, todas las señales apuntan a volúmenes y tarifas elevadas continuas en los próximos meses. Esta fortaleza, a pesar de las disrupciones en China y las señales iniciales de que la inflación y cierto retorno del gasto en servicios podrían comenzar a frenar la demanda de importaciones.
Amenaza latente
Sin embargo, el temor ha llevado a los importadores a impulsar parte de la demanda para evitar los retrasos experimentados durante la temporada alta el año pasado y adelantarse a una posible huelga de trabajadores portuarios en la Costa Oeste en julio.
De hecho, los importadores de EE.UU. ya están comenzando a restablecer sus cadenas de suministro para evitar interrupciones antes de las potencialmente difíciles negociaciones laborales de este verano septentrional entre los trabajadores portuarios de la USWC y los operadores portuarios.
Por ello, algunos expedidores y beneficiarios de la carga están adelantando sus pedidos de la temporada navideña para que lleguen temprano a las redes de distribución de EE.UU. Además, según señalan algunos operadores logísticos, la carga que normalmente se moviliza a través de la USWC se está desviando hacia los puertos de la USEC y de la costa del Golfo.
De hecho, ejecutivos navieros dijeron que eso está ayudando a dispersar la congestión de los puertos de Los Ángeles y Long Beach en California, lo que subraya la dificultad que enfrentan los importadores para reconfigurar las cadenas de suministro construidas alrededor de los principales puertos de la USWC, pese a que la presencia de naves en los EE.UU. son un 6, % inferiores al promedio e igual mes de 2021.
Fuente: MundoMaritimo