El conflicto entre Rusia y Ucrania provocará, nuevamente, un nuevo aumento en los fletes marítimos y aéreos, los cuales sufrieron un alza derivado de la pandemia por la COVID-19 y la escasez de contenedores.
Galo Molina, vicepresidente de la Federación de Asociaciones Nacionales de Agentes de Carga y Operadores Logísticos Internacionales de América Latina y el Caribe (Alacat), mencionó que en la parte marítima posiblemente la tarifa pasaría de 10,000 a 30,000 dólares por contenedor de 40 pies en algunos corredores marítimos y se espera que para el sector aéreo suba entre 10% o 15 por ciento.
“Las navieras y las aerolíneas tienen que cambiar todas sus rutas. La parte marítima es la más crítica porque tienen que descargar los contenedores en puertos cercanos y esto se traducirá en una congestión portuaria, a su vez los contendores quedarán estancados porque no podrán llegar a su destino final y ocasionará una escasez nuevamente. Definitivamente habrá una afectación en la parte de fletes aunque todavía no se ha sentido el impacto, pero en las próximas semanas vamos a sentir las consecuencias”, dijo.
En entrevista con T21, explicó que lo anterior se debe a las sanciones que diversos países aplican a Rusia, aunque consideró que las más fuertes son el cierre de los cielos europeos para todas las aerolíneas rusas y la suspensión de los servicios de las navieras a dicho país.
“Hay una serie de sanciones que Estados Unidos y Europa han anunciado, pero la mayor es la comercial, cerrando los cielos europeos para todas las aerolíneas rusas tanto de pasajeros como de carga y, a su vez, ciertas navieras europeas ya han comunicado que no van a atracar en puertos rusos, entonces estos dos movimientos son terribles porque no solamente corta el flujo de carga y pasajeros en la parte aérea sino también en la marítima. Va a existir un desabastecimiento de productos importados y, a su vez, no van a poder exportar. Occidente está asfixiando financiera como económicamente a Rusia”, expuso.
El también tesorero de la Federación Internacional de Asociaciones de Agentes de Carga (FIATA por sus siglas en inglés), comentó, por ejemplo, que el conflicto afectará a Sudamérica, principalmente a Colombia y Ecuador, países que exportan grandes volúmenes de flores a Rusia, de igual manera, en la parte marítima para el envío de plátano y camarón, así como otras frutas y bienes.
En el caso de México, mencionó que tal vez “haya una puerta abierta” con Rusia debido a que no ha impuesto ninguna sanción “pero no sabemos cómo le puede afectar después. Hay que tener muy en cuenta el juego geopolítico porque esto va a pasar factura seguramente a los países que no han apoyado decididamente el ataque contra Ucrania”.
Por su parte, Fernando Ceballos, director de carga aérea de Schenker México, consideró que el conflicto Rusia-Ucrania será otro gran reto para el movimiento de carga aérea mundial, debido a que aún no hay capacidad suficiente frente a la demanda que ha aumentando en el último año, provocado principalmente por el comercio electrónico.
“Si la capacidad sufre por este conflicto y la demanda continúa creciendo, el efecto lo vamos a ver en los precios. ¿Cuánto va a durar? El resto del año ahí vamos a estar, ojalá en el 2023 se vea cierta normalización”, expuso.
Sin embargo, comentó que si se llega a extender este suceso se estará registrando un impacto fuerte en la operación desde y hacia Asia con múltiples interrupciones por cancelaciones de vuelos, ajustes en itinerarios, costos de operación y en la disponibilidad de espacios para transportar carga y una acumulación de carga en los orígenes-destino.
Schenker México realiza exportaciones de perecederos a Rusia por temporada, además, la compañía en general tenía operaciones tanto en Ucrania como en territorio ruso, en la primera ya fueron suspendidas, mientras que en el segundo ha resguardado a sus empleados.
Fuente: T21