Luego de que este domingo el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó activar “en modo especial de combate” su arsenal nuclear, ante la presión de los líderes occidentales que impusieron una serie de sanciones económicas extremas al mandatario y sus huestes, tras el avance del ejército ruso sobre el territorio ucraniano, las cadenas de suministro globales tendrían un nuevo reto que afrontar de elevarse las condiciones del conflicto bélico.

Por un lado, Nicolás Portenza, presidente de Eternity Group México, firma freight forwarder de origen chino, consideró que a nivel México habría que proyectar una continuidad de tráficos congestionados, “lo que se traduce en lead times largos, y costos de transportación que se mantendrán elevados”.

El directivo explicó, a través de un post en su cuenta de Linkedin, que evidentemente las operaciones internacionales con Ucrania se verán interrumpidas hasta nuevo aviso.

“Turquía es un origen frecuente para la importación aérea - marítima mexicana, y sumará mayor presión a la congestión actual, al convertirse en canal natural de recepción de carga originalmente destinada a Ucrania. Adicionalmente es probable que cambien las condiciones comerciales generales de transportación desde - hacia Rusia, a una modalidad 100% prepaid”, dijo.

Así mismo, consideró que las regulaciones de seguridad de las aerolíneas se volverán más estrictas sobre el manejo de carga, reforzando controles documentales y restricciones sobre cierto tipo de mercancías. La disponibilidad general de espacio en aeronaves se verá reducida.

“El precio de determinados commodities se verá afectado al alza, aumentando los costos de productos y servicios, y el bloqueo masivo de la Unión Europea a Rusia complicará el financiamiento de la cadena de suministro sobre sus industrias en forma directa, lo que podría tener consecuencias inmediatas en otros mercados”, afirmó.

Suministro "golpeado"

Por otro lado, Bertha Martínez Cisneros, coordinadora de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS Universidad Campus Mexicali, consideró que “en este momento, es difícil pronosticar cómo se desarrollará la situación. Las posibilidades van desde un escenario extremo, un conflicto militar que tendría efectos desastrosos en las cadenas de suministro, hasta sanciones económicas severas que crearían volatilidad y afectarían la capacidad de producción mundial y rutas críticas para la logística”.

Incluso, reflexionó, una posición de estancamiento generaría una mayor incertidumbre en las cadenas de suministro, especialmente en industrias clave como la electrónica de alta tecnología, los semiconductores, la energía, los minerales de tierras raras y otros materiales.

De acuerdo con Gartner y otras firmas de consultoría internacional, se pueden identificar 6 problemas que las empresas enfrentarán en sus cadenas de suministro, si continúan las escaladas en Ucrania:

  • Escasez de materia prima clave.
  • Aumentos en los costos de materiales.
  • Impactos en la capacidad de producción.
  • Volatilidad de la demanda.
  • Restricciones de capacidad y rutas logísticas.
  • Violaciones de ciberseguridad.

Al respecto, y en nombre de la comunidad empresarial mundial, el secretario general de la Cámara Internacional de Comercio (ICC), John W.H. Denton, ha declarado que la invasión de Rusia a Ucrania sin duda tendrá repercusiones significativas para las cadenas de suministro mundiales en las próximas semanas y meses. El impacto probable en los mercados de energía y alimentos ya es bien conocido, pero también se prevé un riesgo más profundo de interrupción de la fabricación a nivel mundial en una amplia gama de sectores.

La inflación de los alimentos es también un riesgo de la interrupción de la cadena de suministro. Rusia y Ucrania juntos aportan alrededor del 29% al mercado mundial de exportación de trigo. Ucrania, el granero de Europa, está en camino de convertirse en el tercer mayor exportador de maíz del mundo, y Rusia es el principal exportador de trigo. Ucrania también es uno de los principales exportadores de cebada y centeno.

Aparte de los alimentos, los 2 países son líderes mundiales en la producción y exportación de metales como el níquel, el cobre y el hierro. Otras materias primas como neón, paladio, platino y varios productos químicos, especialmente derivados y productos petroquímicos, también se fabrican y exportan en grandes cantidades desde Rusia y Ucrania.

Ucrania se ha convertido en un proveedor de metales esenciales y materias primas para las cadenas globales de valor. Principalmente en la producción de semiconductores, automóviles y medicamentos, que se verían gravemente afectados por la interrupción de actividades comerciales en este país.

“Para comprender lo complejo de las cadenas de suministros globales, consideremos 2,100 empresas estadounidenses y 1,200 empresas europeas que tienen al menos un proveedor directo (nivel 1) en Rusia. Más de 450 empresas en Estados Unidos y 200 en Europa tienen proveedores de primer nivel en Ucrania; los números aumentan a medida que pasamos de proveedores directos a las relaciones indirectas (nivel 2 o 3). Más de 15,100 empresas en los Estados Unidos y 8,200 empresas europeas tienen proveedores de nivel 2 con sede en estos países y de nivel 3 estaríamos considerando 190,000 empresas en los Estados Unidos y 109,000 empresas en Europa”, detalló Bertha Martínez.

Una severa crisis de hidrocarburos, minerales, metales, energía e incluso de alimentos, podría estar en camino. Es probable que los precios de esos artículos se disparen, gracias tanto a la escasez como a la compra irracional y el proteccionismo. “Esto, a su vez, afectará las operaciones de fabricación tanto del suministro y distribución en las cadenas de estos commodities”, dijo.

Además, importantes rutas logísticas como la ruta del Mar Negro y el ferrocarril y las carreteras de Europa a Asia y viceversa se verán afectadas y provocarán retrasos e interrupciones. También se espera un desbordamiento a los puertos chinos y otros nodos de transporte clave.

“Esperamos que muchos de estos riesgos no se materialicen y representen el peor de los casos; pero los líderes de las cadenas de suministros globales deben considerar el impacto potencial de un conflicto militar entre Rusia y Ucrania. Estos líderes deben garantizar planes de contingencia adecuados para sus cadenas de suministro más críticas y los proveedores más riesgosos de la región”, alertó Bertha Martínez.

Fuente: T21