Las fábricas de todo el mundo informan un debilitamiento de la demanda de sus productos, una señal de que el auge de los bienes de consumo que inició la recuperación económica posterior a la pandemia podría fracasar a medida que el aumento de los precios y las tasas de interés erosionan el poder adquisitivo de los consumidores. La situación es similar si la fábrica está en Corea del Sur, Italia o EE.UU.: la producción está cayendo o bien, aumentando a un ritmo más lento.
Según reporta WSJ, cuando los precios comenzaron a subir rápidamente a principios del año pasado, los bancos centrales del mundo proyectaron que el aumento sería de corta duración porque la oferta aumentaría para igualar la mayor demanda. Sin embargo, la inflación continuó elevándose y optaron por elevar el costo del endeudamiento para disuadir a la demanda. En la Unión europea, sin embargo, no fue necesario elevar las tasas de interés, ya que los altos precios fueron suficientes para desmotivar a los consumidores.
Por su parte, la Reserva Federal de EE.UU. está aumentando las tasas de interés lo suficiente como para frenar la inflación sin causar una recesión. Sin embargo, el riesgo es que la demanda caiga demasiado, lo que podría llevar a las empresas a reducir la producción y despedir trabajadores, lastrando las economías, explica Kurt Rankin, senior economist at PNC Financial Services Group.
En tanto, el presidente de la Reserva Federal de EE.UU., Jerome Powell, dijo que los encargados de formular políticas económicas deben enfriar el consumo "para que la oferta pueda ponerse al día", ya que, argumentó, “en este momento, la oferta y la demanda están realmente desequilibradas”.
La actividad fabril de EE.UU. creció en junio al ritmo más lento en dos años, según la medida del Institute for Supply Management de la actividad manufacturera de EE. UU. conocida como Índice de Gestión de Compras. Los pedidos cayeron por primera vez en dos años a medida que se debilitaba la demanda de los clientes. El empleo en el sector manufacturero también cayó por segundo mes consecutivo.
Por otra parte, un estudio de S&P Global indicó que la producción se estancó en junio cuando las ventas cayeron por primera vez desde mayo de 2020. Además, las expectativas de producción futura cayeron al nivel más bajo desde octubre de 2020. Los encuestados dijeron que la inflación, la incertidumbre sobre las perspectivas económicas y las continuas interrupciones de la cadena de suministro habían afectado a los clientes.
S&P Global indica además que, en la Unión Europea, la producción fabril cayó en junio y estuvo en su nivel más débil desde agosto de 2020. Las fábricas indicaron que es probable que se produzcan descensos más pronunciados, con nuevos pedidos cayendo al ritmo más rápido desde mayo de 2020.
Otro indicio en la caída de la demanda son las cifras oficiales de Corea del Sur, las que muestran que sus exportaciones se desaceleraron drásticamente en junio, mientras que los datos de Vietnam para el mismo periodo mostraron que las exportaciones de tecnología cayeron por segundo mes consecutivo. La actividad manufacturera en Taiwán se contrajo, registrando la caída de pedidos de exportación más pronunciada en dos años.
En China, la actividad fabril se expandió en junio por primera vez en tres meses, según el PMI oficial del sector manufacturero, a medida que la producción aumentó tras la relajación de los cierres en Shanghái y otras ciudades importantes. Pero la demanda desde el extranjero fue débil y marcó una caída.
Caen tarifas del transporte marítimo
En otra señal de debilitamiento de la demanda, el costo de envío de un contenedor de 40 pies desde China a la Costa Oeste de EE.UU (USWC). disminuyó un 15% en una semana el 29 de junio y fue un 14% más bajo que el año anterior según Freightos Baltic Index,.
Drewry en su último informe trimestral de Container Forecaster señaló que "la caída en las tarifas spot se ha afianzado, y continúa durante cuatro meses con bajas cada vez más grandes cada semana". A la vez, advierte que "una desaceleración más fuerte de lo esperado en los volúmenes, o una contracción, aceleraría la caída de las tarifas spot y reduciría el tiempo que tomaría para eliminar los atascos portuarios”.
La última evaluación de tarifas spot semanal de Drewry, situó la tarifa en la ruta Shanghái-Los Ángeles en US$7,952/FEU, un 7% menos interanual. En tanto en la ruta Shanghái-Nueva York fue de US$10,403/FEU, también un 7% menos interanual. Cifras que representan un gran quiebre considerando que hace dos semanas ambas rutas seguían subiendo un 32% y un 33% interanual respectivamente.
Además, la consultora ha rebajado significativamente el crecimiento de la movilización de carga portuaria mundial para este año, del 4.1% al 2.3%, en un contexto de proyecciones de demanda negativas.
Fuente: MundoMaritimo