El comercio exterior de México perdió dinamismo en junio, afectado principalmente por los envíos de la industria manufacturera y una menor demanda de bienes importados, y de mantener esta tendencia tendría un impacto sobre la recuperación económica, advirtieron analistas.

De acuerdo con los registros del Inegi, el comercio exterior creció en junio 0.3 por ciento, respecto al mes previo, en las cifras ajustadas por estacionalidad, luego de un avance de 2.5 por ciento en mayo.

Las exportaciones se desaceleraron, ante una contracción en los envíos manufactureros por la escasez de microcomponentes y las demás disrupciones sobre las cadenas globales de valor que sigue ocasionando la pandemia. Subieron 0.2 por ciento a tasa mensual en junio, tras un crecimiento de 1.3 por ciento en el mes previo.

Dicha cifra representó su cuarto mes consecutivo con incrementos; sin embargo, es uno de sus avances más bajos en lo que va del año.

En su comparación anual, las exportaciones subieron 28.7 por ciento debido a un efecto de base muy bajo, provocado por los confinamientos a nivel doméstico.

Las exportaciones petroleras repuntaron 18.5 por ciento, respecto a mayo, mientras que las de la industria de la industria extractiva subieron 20.1 por ciento y las agropecuarias 3.5 por ciento.

A tasa anual, el valor de las exportaciones de mercancías mexicanas fue de 42 mil 671.46 millones de dólares en junio de 2021, lo que representó un aumento de 29.1 por ciento.

De acuerdo con el instituto sobre la balanza comercial de mercancías de México, dicho resultado se da luego de un aumento de 125.21 por ciento en mayo pasado.

Además, los envíos al extranjero registraron su nivel más alto desde marzo del 2021.

En su interior, las exportaciones petroleras fueron por 2 mil 272 millones de dólares, es decir, tuvieron un avance de 137.9 por ciento a tasa anual, lo que significó una desaceleración respecto al mes anterior cuando subieron 139 por ciento.

Las exportaciones no petroleras registraron 40 mil 46.3 millones de dólares o un crecimiento de 26.1 por ciento.

Los envíos de las manufacturas totalizaron 37 mil 365.8 millones de dólares, es decir, se observó un alza de 26.7 por ciento, respecto al mismo periodo del año anterior.

De manera desagregada, las exportaciones automotrices subieron 37.9 por ciento, mientras que las no automotrices fueron mayores en 22 por ciento.

Por otra parte, las importaciones de mercancías alcanzaron 41 mil 909.4 millones de dólares, monto que implicó un aumento de 52.3 por ciento a tasa anual.

De forma desagregada, se observaron incrementos de 45.1 por ciento en las importaciones no petroleras, y de 161.7 por ciento en las petroleras.

Las importaciones por tipo de bien intermedio subieron 49.8 por ciento en junio del 2021, mientras que las de bienes de capital aumentaron 24.3 por ciento.

Las importaciones de bienes de consumo mostraron un aumento de 101.1 por ciento.

La información oportuna de comercio exterior de junio de 2021 indica que se registró un superávit comercial de 762 millones de dólares, saldo que se compara con el superávit de 5 mil 536 millones de dólares obtenido en igual mes de 2020.

En los primeros seis meses de este año la balanza comercial presentó un superávit de mil 95 millones de dólares.

Freno automotriz

Las exportaciones manufactureras disminuyeron 1.4 por ciento en junio, ante una caída de 6.0 por ciento en las de la industria automotriz y un avance de 1.0 por ciento en el resto de manufacturas.

“La desaceleración estuvo concentrada sobre todo en el sector manufacturero, en específico en las automotrices. Se esperaba que el sector externo fuera el motor de la economía mexicana, pero hay un cambio y está relacionado con la fortaleza en la demanda interna que está impulsado a la actividad”, afirmó Pamela Díaz Loubet, economista para México en BNP Paribas.

Las implicaciones de una desaceleración en las exportaciones manufactureras, dijo, “podrían ser que por cada uno por ciento del impacto en el sector exportador manufacturero, la economía mexicana en su conjunto, estaría contrayendo 0.2 por ciento y estarían perdiendo cerca de 38 mil empleos”.

“El principal riesgo de la desaceleración en las exportaciones es que se pierda un impulso de la recuperación”, apuntó Ramón de la Rosa, subdirector de análisis de economía para Actinver.

Agregó que la pérdida de dinamismo se explica por los cuellos de botellas que aún existen en las cadenas globales de producción, “el sector manufacturero registró contracciones desde junio del 2020, y una vez tocando los niveles prepandemia los crecimientos ya no serán tan llamativos y empezaran a retroceder, desvaneciendo el efecto de rebote”.

“Las implicaciones de esta desaceleración, posiblemente tengan una repercusión coyuntural ligada al consumo externo y bienes intermedios”, señaló Carlos Hernández, analista sénior de Masari Casa de Bolsa. Afirmó que hay una pérdida en el vigor en las exportaciones, “debido a una desaceleración en algunos indicadores de la economía de EU, pues la recuperación que experimentamos tiene ver con arrastre económico y la balanza comercial se ha beneficiado de esta distorsión”.

Respecto a las importaciones, avanzaron apenas 0.3 por ciento mensual, muy por debajo del 3.7 por ciento de mayo. Las petroleras subieron 1.3 por ciento, muy por debajo del 16.6 del mes previo, y en el caso de las importaciones de bienes de consumo crecieron 0.4 por ciento en junio.

En cuanto a las compras de bienes intermedios el avance fue de 0.8 por ciento y en las de bienes de capital se reportó una caída de 4.2 por ciento.

Fuente: El Financiero