Peter Sand, analista jefe de Xeneta señaló que, en un escenario similar al previo a la pandemia, la afluencia de nueva capacidad podría hacer caer las tarifas de transporte marítimo: “Tiene el potencial de aplastar las tarifas spot. Especialmente ahora que la inflación está mordiendo a nivel mundial”, sostuvo.

Al revisar las cifras de órdenes de construcción de buques se tiene que en 2021 se alcanzó un récord de ventas de 503 portacontenedores de segunda mano, equivalente al 7% de la flota mundial, según datos de Clarksons. En los cinco primeros meses de 2022 se sumaron otros 108. Sólo MSC ha comprado más 200 portacontenedores de segunda mano desde agosto de 2020, según diversos análisis de mercado. Dado que no se han desguazado portacontenedores este año, la antigüedad promedio de estos buques aumentó a 13.9 años desde los 11 años que marcaba en 2017.

De este modo buques 10 o 15 años- una edad razonable para navegar rumbo al desguazadero antes de la pandemia- ahora valen hasta 10 veces más que hace dos años. Por ejemplo, el mes pasado, MSC compró el buque “Xin Feng Yang Pu” por US$70 millones en mayo. El mismo buque, ahora llamado “MSC Freeport”, se vendió solo por US$7 millones en 2007. Sin embargo, hay señales de que el auge podría llegar a su fin en el próximo año o dos, cuando mucha de la nueva capacidad ordenada por las líneas navieras y los propietarios no operadores entren en servicio.

El año pasado, se ordenó la construcción de la cifra récord de 555 portacontenedores por un valor de US$42,500 millones y en el actual, se han solicitado 208 por un valor de US$18,400 millones, según el Consejo Mundial de Transporte Marítimo, un grupo de la industria naviera basado en EE.UU.

Inflación y transporte marítimo

Pero cuál es la relación efectiva entre las tarifas de transporte de contenedores marítimos y la inflación y cómo una rebaja de sus costos, implicaría una disminución sobre los precios que debe pagar el consumidor.

Según explica Jan Hoffmann, jefe de la Subdivisión de Logística Comercial de la División de Tecnología y Logística de la UNCTAD, muchos de los elementos necesarios para la exportación de un producto, son movilizados en múltiples ocasiones de un punto a otro del planeta, lo que a la larga va a sumando costos al precio final.

Así se puede inferir que las tarifas récord ya han contribuido a los precios más altos, desde automóviles de segunda mano hasta mesas de comedor y bicicletas. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se estima que el auge del transporte marítimo de contenedores en 2021 representó 1.5 puntos porcentuales del aumento de los precios mundiales este año, lo que equivale a una cuarta parte de la tasa de inflación de EE.UU.

Yan Carriere-Swallow, economista principal del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI, afirma que “el impacto de los costos de envío en la inflación es grande y generalizado y afecta a países de todo el mundo”.

Ahora hay al menos dos fenómenos clave que están disparando la inflación, el primero es la guerra en Ucrania que ha provocado el aumento de precios de los alimentos y el petróleo; segundo, los brotes de COVID-19 en Asia que todavía están afectando a la producción y a los puertos de contenedores de China.

Ciertamente el aumento de la capacidad naviera significaría una reducción de las tarifas de contenedores y por ende contribuiría a disminuir la inflación. No obstante, las entregas comenzarán a tener impacto recién el próximo año o en 2024, cuando los buques comiencen a navegar, por lo que no puede esperarse un efecto inmediato.

“Las tarifas de flete actuales, aún altas, seguirán ejerciendo presión sobre los precios al consumidor hasta bien entrado 2023”, señala Hoffmann, quien manifestó que “me temo que seguirán siendo más altas que antes de COVID-19 durante muchos años más”.

Tal perspectiva se puede transparentar en los altos valores de los activos marítimos. Así, por ejemplo, el buque “Navios Spring” fue fletado por tres años en enero por US$60,000/día, vale decir, por siete veces más que los US$8,250/día que costaba hace dos años, según datos expuestos por agentes marítimos.

Su gemelo, el “Navios Amarillo”, fue fletado hasta enero de 2028, fecha en la que cumplirá 21 años. El buque ganará US$$75 millones con ese acuerdo, mucho más que los US$51 millones que costó cuando recién fue lanzado al mar.

“Los mercados de envío de contenedores en general permanecen en un territorio extraordinario”, dijo Stephen Gordon, director gerente de Clarksons Research. Panorama que es ratificado en una encuesta por los clientes de Xeneta, de los cuales un 69% piensa que la acumulación de volumen que desborda el mercado- especialmente en el puerto de Shanghái que viene de salir del confinamiento- aumentará las tarifas de flete del transporte marítimo contenerizado.

Fuente: MundoMaritimo