Los puertos europeos, supuestamente más eficientes para el comercio marítimo, no van mucho mejor que los vapuleados puertos estadounidenses. De hecho, seis de los diez puertos europeos, incluidos Róterdam, Hamburgo y Felixstowe, aparecen como muy congestionados en un mapa de calor elaborado por Flexport este mes, en el que figuran en color naranja (Es el segundo peor en una escala de verde, amarillo, naranja y negro), reporta Bloomberg.

Dos de los 10 puertos estadounidenses -Houston y Charleston- también estaban marcados en naranja, mientras que Los Ángeles y Long Beach fueron los únicos calificados como los peores. De los 20, los dos únicos marcados en verde como los menos congestionados fueron Nueva York y Savannah.

Según datos de project44, el retraso medio de los envíos desde China a la USWC aumentó un 114% en 2021 en comparación con 2021. La ruta a Europa, en tanto, registró un aumento del 172%.

Otro indicador de Flexport muestra que el tiempo que tarda la carga marítima en ir de Asia a Europa -desde el muelle de carga del exportador hasta la puerta de salida del puerto de destino- se elevó casi a un máximo histórico a mediados de febrero y fue casi el doble del tiempo del viaje en 2019. Alrededor del 23% de los buques arribaron a tiempo en diciembre, por debajo de más del 40% en diciembre de 2020.

La debilidad de las cadenas de suministro

Los retrasos se pueden apreciar en el temor manifestado por algunas empresas respecto al desempeño de las cadenas de suministro: Airbus observa que las preocupaciones en este ámbito persistirán hasta 2023; Hermes tiene dificultades para satisfacer la demanda de productos como los bolsos Birkin; Nestlé advirtió que la rentabilidad podría disminuir en 2022 debido a los mayores costos y Michelin dijo que este año será tan difícil como el 2021.

Prácticamente casi ninguna empresa evitó las interrupciones de la cadena de suministro durante el año pasado, y más de un tercio se preocupa por los efectos a largo plazo de la pandemia en sus operaciones, según una encuesta realizada por Blue Yonder que detalla que casi tres quintas partes de los encuestados tuvieron que hacer frente a los retrasos de los clientes, el 44% a la paralización de la producción y el 40% a la escasez de personal.

Además, más del 80% reconoció haber aumentado el gasto en sus cadenas de suministro, y uno de cada diez invirtió más de US$25 millones.

Si bien, la situación ahora es más estable, no hay mucha claridad sobre lo que viene, dice Wayne Snyder, vicepresidente de estrategia de la industria minorista de Blue Yonder en EMEA, quien pese a todo tiene una visión optimista: "Los problemas de la cadena de suministro están mejorando: la mano de obra está aumentando, la gente se está acostumbrando y ha encontrado muchas soluciones".

Pese a su alta congestión, los puertos de Los Ángeles y Long Beach están avanzando en la eliminación de los atascos de contenedores y se apresuran a asegurar que el impulso continúe antes de la próxima temporada alta. El número de buques entrantes se ha reducido en aproximadamente un tercio desde que alcanzara un máximo de 109 a principios de enero, las pilas de contenedores de larga duración se están reduciendo y los casos de Ómicron entre los trabajadores portuarios están desapareciendo.

Sin embargo, los puertos nadan contra la marea económica. Los consumidores pese a la inflación han seguido gastando. Las empresas siguen haciendo más pedidos y antes de lo habitual, convirtiendo los últimos 18 meses en una larga temporada alta para el transporte marítimo.

Otro incentivo para abastecerse con avidez es la pronta renovación de los contratos de los estibadores de la USWC que comenzarán a ser negociadas en marzo. El actual contrato de seis años entre el International Longshore and Warehouse Union (ILWU) y sus empleadores, representados por la Pacific Maritime Association, expira el 1 de julio.

No obstante, Asia será determinante

En cualquier caso, buena parte de lo que venga depende de lo que ocurra en Asia y de cualquier nuevo brote de Covid-19. Al respecto, Bloomberg Economics observa que, si bien la escasez de productos electrónicos ha descendido de un máximo histórico, los datos en general no muestran un alivio significativo de las condiciones de suministro a principios de 2022.

Wayne Snyder, indica que las cadenas de suministro del futuro deben invertir su enfoque y utilizar mejor tecnología -desde la inteligencia artificial hasta la robótica- para mejorar la visibilidad: "Deben ser mucho más una cadena de demanda que una cadena de suministro, es decir, no deben centrarse tanto en la compra de los artículos y su posterior filtración al cliente, sino que deben centrarse más en las demandas de los clientes, los diferentes cambios y las dinámicas, y luego trabajar hacia atrás".

Fuente: MundoMarítimo