Al 20 de abril, frente al puerto de Shanghái y en el área marítima que comparte con el cercano puerto de Ningbo, 230 portacontenedores aguardaban por un sitio de atraque como consecuencia de los retrasos sufridos por la cadena logística en la ciudad, ocasionados debido al estricto confinamiento dictaminado por las autoridades chinas. La cifra representa un aumento del 35% con respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de Bloomberg.

Por otra parte, los contenedores están esperando en el puerto en promedio 12,1 días antes de que los recoja un camión y los entregue a destinos en el interior, según Project44. El rango del 18 de abril fue casi el triple de los 4,6 días del 28 de marzo.

ONE en un mensaje a sus usuarios informó que la situación actual de Covid-19 en Shanghái y las restricciones que se impusieron para frenar la propagación del virus han afectado la terminal y sus operaciones, por lo cual facilitó recomendaciones para facilitar cambios de destino.

Los fabricantes de automóviles y de productos electrónicos en el centro financiero de China han reanudado gradualmente sus operaciones, ya que las autoridades han fomentado el uso de sistemas de circuito cerrado, en los que los trabajadores viven en sus fábricas. Sin embargo, aumentar la producción después de un cierre no es un proceso que se resuelva de un día para otro. Tesla reinició su fábrica de Shanghái después de un cierre de tres semanas, aunque no se sabe cuánto tiempo podrá operar la planta con un suministro limitado de componentes.

Más al norte, en Shenzhen, la escasez de camiones ha paralizado los esfuerzos para suministrar insumos clave a las fábricas y transportar bienes como automóviles y productos electrónicos a los buques. Wang Xin, director de la Asociación de Comercio Electrónico Transfronterizo de dicha ciudad, dijo que, aunque el bloqueo en ese centro tecnológico duró solo una semana, “muchos vendedores están sufriendo un retraso en la entrega de un mes".

Se ha observado que los productos desde el momento en que están listos para salir de una fábrica asiática tardan un promedio de 111 días en llegar a un centro de almacenamiento en EE. UU., cerca del récord de 113 establecido en enero y más del doble del tiempo, respecto a 2019, según Flexport Inc. El viaje hacia el oeste a Europa lleva aún más tiempo: casi un récord de 118 días.

Goldman Sachs Group Inc., aseguró que los reveses en la cadena de suministro "han sido algo peores de lo que anticipábamos, y hemos ajustado ligeramente nuestros pronósticos de crecimiento e inflación en respuesta a las últimas semanas".

¿Señales de recesión económica?

Otras señales indican que a la pesadilla logística que se vive en China, se estarían sumando las primeras señales de los efectos de la presión inflacionaria y la consecuente destrucción de la demanda en EE.UU. De hecho, la demanda por transporte de carga mediante camiones está "cerca de los niveles de recesión", describió Bank of America. Como consecuencia, las perspectivas de los expedidores sobre las tarifas, la capacidad y los niveles de inventario coinciden con cifras que no se observaban desde mayo y junio de 2020, cuando los primeros cierres por COVID-19 provocaron una disminución histórica de los volúmenes de carga a causa de la baja inicial del consumo interno.

En una nota enviada el 22 de abril a los inversionistas, Ken Hoexter, director gerente de Investigación de Camiones de Bank of America, escribió que la percepción de los expedidores sobre la demanda de bienes ha bajado un 23% interanual. En tanto, el indicador de demanda por transporte de carga vía camión marcó 58 puntos, la cifra más baja desde junio de 2020.

En Europa, la escasez de suministros- y de la inflación- se comienza a percibir en las fábricas. BMW, por ejemplo, detendrá la producción esta semana en su planta de Regensburg, Alemania, debido a la falta de suministros, incluidos los arneses de cables de Ucrania (situación generada por el conflicto bélico en ese país). La Confederación de la Industria Británica dijo en su última encuesta de 250 empresas manufactureras que la confianza cayó al ritmo más rápido desde abril de 2020, arrastrada por la tasa de aumento más rápida en los costos promedio desde julio de 1975.

Avalancha

Queda por ver entonces la posible interacción entre un posible afianzamiento de la destrucción de la demanda y el cese de los bloqueos en Asia, último factor que hasta ahora hace prever una avalancha de contenedores justo cuando comience un repunte estacional de las importaciones en EE.UU.

"Una vez que se reanuden las actividades de exportación de productos y un gran volumen de naves se dirijan a los puertos de la costa oeste de EE. UU. (USWC), esperamos que los tiempos de espera aumenten significativamente", dijo Julie Gerdeman, directora ejecutiva de la consultora de análisis de riesgos Everstream Analytics.

El recuento total de portacontenedores para el centro dual de Estados Unidos de Los Ángeles y Long Beach alcanzó al menos 57 buques el miércoles pasado, el más alto desde finales de febrero. Algunos otros indicadores, como los tiempos de permanencia de los contenedores, también están aumentando nuevamente. Para Europa las previsiones tampoco son alentadoras: "esperamos un desastre mayor que el del año pasado”, dijo Jacques Vandermeiren, director ejecutivo del Puerto de Amberes.

Fuente: MundoMarítimo